lunes, 13 de septiembre de 2010

Sentimientos Aprendidos









Agarrada a una premonición que tuve el día anterior, hoy al caminar y siguiendo un instinto pasé por esta calle que nunca antes atravesé, mi andar se hacia cada vez mas tortuoso, mas indeciso, miro hacia todos los lados intentando buscar algo que me recuerde a no se que, nunca antes anduve por este lugar pero tengo la sensación de que antes, en otra época estuve por aquí, en mi cuerpo después de mucho tiempo se empieza a llenar de paz, de tranquilidad, mis ojos buscan desesperados a lo largo de la extraña calle algo que me haga dar con la explicación a esta sensación.

Huelo a café recién hecho, su aroma es tan intenso que creo que lo estoy bebiendo, mis labios hacen el amago de saborear de esa taza de café, cierro los ojos y mi mente me traslada a un tiempo anterior, siento que esta calle tiene algo y no se que es. Aun con el paladar disfrutando de tan grato sabor, otro olor se mezcla en mi mente, a ese pan de horno recién hecho que tantas veces en mi niñez comía, hoy me recuerda a que un día cuando jugueteaba por los suelos de la calles mi madre me reclamaba para esa merienda de pan con aceite y azúcar, intento ver ahora a esos chiquillos corriendo de un lado para otro, pero no, no hay nadie, sólo es en mi mente donde se escucha el griterío de la chiquillería, ahora a mi alrededor un gato maúlla bajo un coche abandonado y es el tintineo de una lata de conserva que arrastrada por el viento parece dar vida a este lugar quebrando este silencio, pero el silencio está en la calle que piso y no en la calle que creo imaginar, cierro de nuevo los ojos y oigo el tararear de una vieja canción, esa voz me es familiar me recuerda a alguien, desesperadamente trato de buscar la procedencia de esa voz, las ventanas están selladas como mis labios, con frías persianas de aluminio blancas que ocultan esos balcones que antaño estaban cargados de geranios y claveles de colores.

¿Donde está esa mujer? ¿Dónde está mi madre?, todos los días la busco, ayer mientras jugaba en la calle, ella estaba asomada al balcón tomando ese café, mamá… ¿Dónde estás? Hoy no tengo frío, no tengo calor, hoy tengo la sensación de un vagabundo viendo pasar las horas muertas… haciendo nuevamente de los recuerdos sueños para transformarlos en una realidad, realidad que solo tengo en este presente, donde una y otra vez por esta calle me pierdo. Madre no quiero abrir los ojos, las gentes pasan por mi lado y no me hablan, no me miran.

Necesito ver de nuevo esa vieja fotografía donde tú apoyada en el quicio de la puerta dibujaste una sonrisa eterna, pero madre mi fotografía se deshace en mis manos cuando mis lágrimas la inundan. Te marchaste en silencio, sonriendo y pintando mi inocencia con pinceladas de amor, dejaste en mis manos ese calor que hoy vuelvo a tener, aquel día no te pude decir adiós ni contarte al oído mi secreto, me vestí de princesa y me arrodillé ante Dios, recé por ti y le pedí que allí donde estuvieses velaras por mí. Quiero volar a donde estés, quiero abrazarte, quiero sentirme esa niña que fui y que de un día para otro el destino me hizo mujer, mi cuerpo está lleno de recuerdos, donde tu voz es la mejor de las melodías que amansa los gritos de esas voces que a diario intentan hacer olvidar mis sueños, mi cuerpo se estremece al sentir de nuevo el calor de tus brazos cuando me protegen de mis miedos, pero hoy mis manos sólo están repletas de viejas fotografías, únicas que me unen a ti cuando no sueño, cuando no cierro los ojos, cuando no ando por las calles de la ciudad, pero esta calle tiene algo especial.

Como es posible que tan sólo cerrando mis ojos unos instantes, te vea frente a mí, sonriendo, hablándome y al abrirlos todo se difumine como el humo de ese café. Madre hoy al caminar por este lugar, has hecho realidad uno de esos cuentos que yo sola aprendí a imaginar, has salido como un hada de mis recuerdos, has arrancado de mi corazón el mejor de mis latidos haciendo que alargue mis manos de niña, acariciando tu silueta, estas frente a mi, con tu sonrisa eterna, te busqué por todos los rincones y al fin te encontré, se que es un sueño real, con el tiempo he aprendido a sentirte, hoy en esta calle son los sentimientos aprendidos los que me vuelven a unir a ti…

1 comentario:

Jesus la dijo...

Querido amigo,hoy recordé que hace tiempo alguien me enseñò a leer con el corazón...este relato es mi favorito ya sabes porque...un abrazo muy fuerte de tu siempre amiga....m.j