lunes, 13 de septiembre de 2010

En Silencio













Ilustración de Istvan Sandorfi


Quizás debí hacerlo hace tiempo, creo que he vivido lentamente, sufriendo para ver el lado oscuro de la vida, del amor, sintiendo el vacío en mi corazón que de vez en cuando golpea mi alma gritando suspiros que callan al llegar a mis labios mudos, por el odio, por el dolor, mis ojos están hundidos en lágrimas, poco a poco dejaron de ver las estrellas de la noche, el sol del día y ahora miran ciegos la soledad de mi vida. Mis oídos cansados oyen el eco de voces llenas de maldad que una y otra vez castigan mi mente y me hacen maldecir toda mi existencia.

Me encuentro sola y inmersa en lamentos ya ni tan siquiera en mis sueños soy feliz, creo que he perdido todo y no me he dado cuenta, todo en lo que yo creía, en mis sueños de niña, en encontrar a mi príncipe azul, en tener siempre amistades en quien confesar mis problemas, me trazaba metas segura de llegar, pero ahora me doy cuenta que cogí el camino equivocado y nunca llegaré, ese camino que yo camino al paso de otra persona, sin un rumbo fijo. Estoy cansada de mirar con otros ojos que no son los míos, hablar con palabras inventadas y obligada a decir por otra persona, a pensar y no precisamente por mí, a besar a otros labios impregnados de maldad, a oír voces que taladran mi cabeza gritándome órdenes llenas de amenazas. Estoy cansada de hacer de mi piel un escudo a su rabia, sintiendo el frío del dolor que supone la acaricia del mismísimo diablo.

A veces cuando la soledad y la tristeza comparte su tiempo conmigo, siento que en este mundo estoy sola, me pregunto que es lo que hice mal para merecer esto, no comprendo el porqué para mi la felicidad es una utopía, el porqué nunca consigo robarle a mis labios una sonrisa, no se lo que es llorar de alegría, no se lo que es recibir sin dar nada a cambio, no se lo que significa que te sorprendan con una rosa en la mano acompañada de un simple te quiero. Cuantas noches le pido a ese Dios que dicen que existe, que al despertar al día siguiente que la gente que me rodea me ignorasen, que no me mirasen, como si no existiese, pero creo que le pido un milagro y a mi, olvidada por todos, nunca me sucederá, ya ni me importa me da igual. A pesar de todo sigo hacia delante, con paso firme y con la cabeza bien alta, inventándome un mundo mejor donde yo soy libre y feliz, donde no tengo un solo Sol sino dos, que cuando cae la oscuridad de la noche no tengo una Luna que me ilumine sino dos y es debido a mis dos hijos, culpables de esta pequeña dosis de felicidad que de vez en cuando pasa por delante de mi y me hacen olvidar toda mi angustia y soledad, sobre todo cuando en algunas ocasiones su inocencia al mirarme, al abrazarme o al besarme hacen que me evada por un ratito de la realidad.

Me siento ridícula al decir todo esto, me siento una tonta, no creo que nadie en este mundo se acerque a mi y me despierte de esta vida y me haga sentir aunque sea el mas pequeño de los sentimientos de felicidad que todos llevamos dentro, que me enseñe a mirar, a hablar, a amar........... quizás pida una sueño...... Yo no deseo belleza, no deseo fortuna, no deseo estrellas, no deseo tener un destino perfecto, yo lo único que deseo es que alguien un día me mire y me robe una sonrisa, que me hable y me haga volar sin mover los pies del suelo, que entre en mis sueños y forme parte de mi, que cuando me acaricie la piel mi bello se erice haciendo que un escalofrío me atraviese y me haga sentir una mujer deseada y amada por alguien, alguien que un día se cruzara por mi camino y me saque de esta jaula de hierro que cruelmente me arrebata una vida que sueño. Sé que pido demasiado para alguien que está cansada de luchar por lo que otras personas les sobra, miro a mi alrededor y solo veo que la mala suerte es mi fiel e inseparable compañera, que me rodea haciendo un cerco de angustia que me impide andar hacia delante, creo que vivo en un cuerpo equivocado en un mundo falso y lleno de odio, pero eso a esta altura no importa. Libro una batalla contra todo, contra todos, con mi única arma que es la de mi corazón, pero estoy cansada, necesito a alguien en quien apoyarme cuando la flaqueza del sufrimiento abata mis ya débiles piernas, y se que ese alguien está en algún lugar, seguro que buscándome para abrazarme y protegerme de todo, seguro que está cerca de mi, lo presiento....... Muchas noches me quedo desvelada mirando la ventana imaginándome que entra él para cogerme y llevarme muy lejos, tan lejos que durante el camino mis recuerdos no me sigan.

Es curioso como un simple lápiz traduce mis pensamientos y los escribe en un papel en blanco que poco a poco se cubre de mis secretos, no comprendo porqué son mis únicos confidentes, mis únicos amigos que me arrancan algunos de mis males y me hacen tranquilizar durante el

tiempo que tardo en escribir.


Mi corazón está lleno de Amor, cariño, alegría..... nunca lo he utilizado

No hay comentarios: