martes, 21 de mayo de 2019

ENTRE LAS NUBES






Desde la distancia siento que duermes, pero no sueñas. Acunada en una nueva cama que no elegiste, simplemente el destino otra vez te la deja prestada cada vez que te hace cambiar el rumbo… cuando te hace caer en silencio, sin nada de compasión. Miles de preguntas te haces frente al espejo que hoy te refleja mustia y sin color. Tu pecho te duele, te llama tu corazón.

Miras tu mano, aquella que días atrás te la cogían para no soltarte y hoy vuelve a estar desnuda y atrapada entre el aire inerte que como sabana transparente te oculta de ti.

Te reclama tu corazón… maldice todo y a todos… no escuches palabras de compasión de falsos consejos… pon tu mano en el pecho y acaríciale tras la piel desierta de placer. Tú y sólo tú eres capaz de dormir su tristeza de luchar por su dolor.

Tu mente traicionera te obliga y te lleva desde tu pequeño rincón a un recuerdo tan bonito que más aun te dolerá. Huyes de este mundo sin saber que tus manos esposadas a un recuerdo no te harán escalar de nuevo, pero esta vez sola, esa montaña atrapada en el tiempo. Sin arnés ni cuerdas que te sujeten. Añoras ese aire fresco de la cima, ese silencio absoluto ese abrazo por las espaldas que te despojaba del frio que ahí arriba reina.

Te vi poderosa y valiente mirando bajo tus pies a un mundo pequeño y lejano pero real. Te mezclabas con las nubes sin saber que tus ojos se cegaban.

Esta noche por ti soñaré. Tomaré prestado un recuerdo un momento, será un instante. Cambiaré parte de tu recuero, haré un remiendo y pintaré colores nuevos. En ese sueño te ayudaré a bajar sin más seguridad que la de mi mano. Sentiré lo mismo que tú, oiré aquello que tu voz oculta.

........Y alzando mis brazos por encima de las nubes acaricio el viento que se escapa de entre mis dedos. Cierro los ojos y siento ese aire con aroma de frescor que alivia mi mente. Dejándola limpia de pensamientos, de sentimientos de hojas escritas que mañana me harán recordar. Mis oídos escuchan como la brisa moldea mi cara. Paz y tranquilidad son las que me elevan con sus alas transparentes para dar un paseo por las nubes. Cierro los ojos y me siento alguien insignificante en un cielo inmenso.
       
        Aquí arriba es cuando siempre miro al frente, no me inclino hacia mi destino ni alzo mi mirada con ojos perdidos en plegarias a un Dios. Aquí arriba la gravedad no cansan mis pasos, ni las voces interrumpen mis pensamientos. Hago realidad esos sueños que todos por las noches tenemos y que nos hacen volar lejos, muy lejos, allí donde nuestro subconsciente no nos engaña con mentiras de tranquilidad.
        
     Atrapo el aire en mi boca y alimento mi alma descuidada y desnutrida de sentimientos. Mis lágrimas aquí arriba no se deslizan por mi cara quemando mi piel, se evaporan y se unen a estas nubes que hacen de alfombra en este breve camino.
        
       Estoy solo, nadie me abraza, nadie me escucha, nadie me mira es la hora de no despertar. Es mi momento de gritar de no cerrar los ojos.. de romper el reloj que me recuerda que el sueño pronto quedará en mis recuerdos. Pero antes te tengo que encontrar en este sueño prestado. Busco y busco y no te veo, quiero decirte una cosa al oído despacito, quiero que el calor de mis palabras te haga sentir ese placer perdido de tu piel. Quiero volver a sentir como tu corazón, aquel que un día lo herí de muerte. Me maldigo por el daño que te hice, porque en este sueño te beso sin permiso.
         
       Discúlpame si paro el tiempo y te cojo de la mano y te enseño como cada noche te busco en mis sueños.
        
      Silencio todo es silencio a mi alrededor. Me enseñé a sentirlo. Me acostumbré a vivir en este silencio que  tu mirada desordena y me rescata. Besos únicos de lejanos labios acortan los recuerdos que el tiempo ocultaba. Manos temblorosas vuelven a reencontrarse.
         
       Amanece y todo está en calma… recuerdo el sueño que me dejaste, pero lo siento no te lo devolveré… me ha hecho ver que el tiempo no todo lo olvida y este sueño el tiempo se le olvidó borrar