lunes, 13 de septiembre de 2010

Hoy como Ayer










Calor, el ansia de mi deseo es ahora mismo calor, esa energía que necesito para romper con la pesadez de mis pies, que temerosos están coleccionando todos los ruidos, sonidos extraños algunos inventados por mi mente y otros reales y tenebrosos como el dentelleo de las fauces de ese ser que me persigue y me rodean invisibles y sujetados por la poca luz de una falsa luna que da algo de claridad en esta calle. La espesa oscuridad de la noche fría juguetea con mis miedos como la fiera implacable con su presa. Quiero salir corriendo, veloz como el aliento de ese espectro, ¡ Dios, ayúdame! No me abandones a mi suerte, dame alas, dame valor, dame tu mano, adelanta el amanecer y sácame de esta pesadilla, borra de las oscuras paredes su reflejo, esa imagen que todas las noches aparece en forma de alucinación que viene envuelta en un sueño, todos los días lo mismo, me desgarra con su daga transparente, dame mi armadura de fe para quitarme esta presión que en mi pecho me impide respirar, empuña en mis temblorosas manos esa espada de esperanza que me de ánimos y me impida caminar de rodillas y alzarme, llena mis entrañas de paz para que me invada la tranquilidad, borra de mi mente recuerdos gélidos que petrifican mis dulces sueños, no selles mis labios con lacre de silencio y guarde mi voz, haz que grite ecos que sesguen estas voces que desde hace tiempo truenan en mis oídos y no me dejan oír esas voces que quieren ayudarme.

Maldito Morfeo que juegas a tu antojo con mis sueños, distorsionando tan maléficamente cuando cierro los ojos mi ya cruda realidad rociándome de temores y culpándome de las actuaciones de esa persona que te envía, dibujas una calle sin salida que me devora lentamente, no hay puertas para escapar sólo una trampilla en el suelo empedrado invitando a mi curiosidad a que se aferre como única salida al infierno, pero hoy no… dueño de los sueños, hoy no caeré en la tentación, seré un simple figurante de tu absurdo sueño, no me apoyaré sobre estas falsas paredes para descansar, no miraré tus desolados paisajes, me enfundaré en mi armadura de ignorancia y batiré mis alas de sonrisas y despertaré de ésta tu irracional verdad. ¡ Dios… sácame de esta oscuridad…, no puedo más!,

Lentamente mis ojos se abren…, ¿Dónde estoy? ¿Es un sueño?. Con el paso del tiempo a mi razón le cuesta más trabajo diferenciar la realidad, cada noche vengo de ese vertedero de los malos sueños, allí donde viven los sueños que algunos desprecian y los tiran con un abrir y cerrar de ojos, pero parece que no, como ayer un rayo de sol se ha colado en mi habitación y da esa luz que antes añoré, mi cama esta desordenada como mi razón, mi cuerpo empapado en sudor aún tiembla, me duele el pecho, poco a poco mi respiración va recobrando su normal ritmo, levanto mis manos y están engarrotadas, me duelen como todo mi cuerpo…mis labios están secos y doloridos, mi aliento por primera vez surge de mi boca acompañada de un “maldita seas”, hoy como ayer te volví a soñar.

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