lunes, 13 de septiembre de 2010

Amanecer











Ilustración de Patricia Metola

Hoy he amanecido diferente, he sentido una ansiedad de impaciencia, que creo que la voy a tener durante mucho tiempo.

Hoy no me siento sola, pese a que nadie esté cerca de mí, hoy me siento feliz y desdichada, aunque nadie me haga reír, mi corazón ya no suspira solo por ti compañero, hay alguien que surge poco a poco dentro de mí, me hace ser mas importante, mas bonita... mas feliz. Quiero salir a la calle y decirle al mundo entero que hoy soy la mas afortunada de entre todas las mujeres, un nuevo amor tengo...... no se como se llama, no se como es, solo sé que sea quien sea lo amaré para el resto de mi vida. Es curioso amo a alguien extraño, un personaje que me hará reír y llorar, incluso me hará enfadar y nunca sabré porque, simplemente lo querré. Hoy un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo, mis sueños de niña poco a poco se van hacer realidad. Compañero siempre te fui fiel, pero hoy siento decirte que no serás la única persona a la cual le de mi amor, le suspire palabras bonitas al oído, le mire a los ojos y le jure amor eterno, siento ser tan dura...

No me digas que nunca me sentí sola, que cuando tu no estas cerca de, mi corazón se aísla en un mundo de soledad, soledad que me has enseñado a ver cuando tu no estas. Si supieses cuantas veces mi mente se aferraba a un sueño, buscando a ese ser para apretarlo fuertemente contra mi pecho... , pero que luego mas tarde este sueño se desvanecía, haciendo las noches mas frías y oscuras.

Perdona si soy brusca al escribirte estas frases, aunque hoy mi sensibilidad es aún mayor. No creas que he olvidado tus besos, tus caricias, tus noches de pasión... son las culpables de que hoy te diga todo esto. Quiero que entiendas que soy muy feliz, que me siento Reina de mi pequeño palacio en el cual tu sigues siendo mi Rey, pero tengo que decirte que también hay un Príncipe.

Me he mirado al espejo y me he observado durante horas y he estado ensayando la forma de decirte todo esto, pero un nudo en la garganta me impedía hablar. Al final estas cuatro palabras que ahora lees son mensajeras de una gran noticia... quiero felicitarte porque vas a ser Papa...


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