lunes, 13 de septiembre de 2010

El Ángel











Ilustración de Brom

Mis ojos no miran mas allá de donde lo haces tú, un día mire tan lejos que me di cuenta que todo aquello me cegaba, ese día alargue mis brazos y acaricie la amargura de esta vida, quise dormir tan profundo que soñé una vida irreal.

Un día quería entenderlo todo y supe demasiado de cosas que mejor nunca haberlas sabido, crecí demasiado rápido en este mundo sin medir que mi espacio era tan pequeño. Siento como esta burbuja que me rodea hace que los días sean grises y gélidos como el sentimiento de esas personas que me rodean… estoy cansado de verlo todo igual, de ver como el silencio, la soledad, el odio y la tristeza forman estas cuatro paredes que lentamente me matan.

Hoy he decidido no caminar más hacia el mismo lugar, así que me he propuesto oscurecer mis días, he dejado de soñar, he dejado de acariciar a un cuerpo lleno de espinas. Mis días no tienen ni principio ni final, oigo voces que no me dejan escuchar mi silencio…. una y otra vez y no tengo la manera de callar esas malditas voces… y mis labios ya hace tiempo se sellaron impidiendo desahogarme con palabras, no servían de nada, y tú sigues atormentándome con tus desprecios… con tus miradas colmadas de maldad. No puedo mas y he resuelto partir hacia ese lugar desconocido, ese lugar donde la vida no tiene significado, donde seguro que tendré mi rinconcito de soledad, donde podré respirar aire puro, aire que llenara de calma mi intranquilo corazón, ese lugar donde me esperan los únicos amigos de los que tu no me has podido separar, rinconcito donde podré ver crecer a un trocito de mi sin que tu la apartes de mi vera.

No puedo mentirme más, mi vida se apaga lentamente porque mi alma no puede con esta agonía que intentan escapar de la ausencia de felicidad. Dejadme que por una vez yo sea el egoísta, el que no piense en vosotros, dejadme caminar sin ponerme trabas, necesito mirarme a mis adentros y buscar mi felicidad, mi serenidad, dejad que no me despida de vosotros, de no volver a mirar a vuestros ojos…. entenderme!, nunca mirasteis los míos.

Ya se aproxima la hora, momento en el cual vosotros debáis de ejercer esa comprensión que nunca tuvisteis, a partir de mañana no confundáis vuestra pena por mi libertad, vuestro dolor por mi serenidad, sólo recordarme como aquel que fui…. un suspiro en vuestros labios, una mirada en vuestros pensamientos y paz en vuestros corazones

Atentamente, desde el cielo….

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