Fénix que encadenado aferras tus
garras a mis venas inertes en un pasado lejano casi olvidado. Fénix hoy
déjame gritar con mis letras en esta soledad, carcelera de sentimientos ahogados
en el fondo de un océano de lágrimas. Fríos custodian mis suspiros que se
hielan en este oscuro lugar y caen como losas a mis pies. Heridas cubiertas de
tiritas sin pegar, cicatrices ocultas en gasas finas que no olvidan el dolor.
Cierro los ojos
y miro en mi interior, devastado por la tristeza y el dolor que como fieles
compañeras irrumpen en mis sueños distorsionando una realidad que como ayer
hacen de mis ilusiones sean puñaladas en mi pecho y que ahogan un poco más mi
respiración.
Cambié trozos
de mi alma por promesas, por momentos de felicidad, por juramentos de amor …
pero me vendieron por infidelidades…. por mentiras. Ya esos ojos no me miraban
y esas manos….. ufff esas manos no me acariciaban. Se silenció mi voz se apagó
mi mirada.
Vivo en mi
mundo, caminando sin pasear, oigo sin escuchar, toco sin acariciar y miro sin
observar. Todo lo dejé en un laberinto sin salida. Dejé atrás aquello que me hacía
daño, sólo llevé conmigo mi sonrisa. Sonrisas que esquivan preguntas y consejos
de falsos oradores.
Pequeños recortes de un bonito pasado
clavé en un rincón de mi mente aun pienso si fueron sinceros.
Ya pocas preguntas me hago, pocas dudas tengo
y nada me sorprende, ya nada de sentimientos doy. Dejé de creer en ese Dios que
me abandonó. Lo di todo y no me arrepiento, no fui ávaro en dar y tampoco
egoista en recibir, aposté todo a cambio de nada y lo perdí.
Mentiroso aquel
que dijo que el tiempo lo cura todo, falso profeta. El tiempo te recuerda
cuando bajas la guardia lo bueno y lo
malo que provocan el caos y tristeza. Mi cuerpo está cansado apenas puede
caminar solamente me apoyo en el silencio, bastón que nunca quiebra. No me miro
al espejo…. No me recuerdo. Miro en mis adentros y me encuentro.
Soledad que
pasea majestuosamente a mi alrededor la busco todos los días aunque sean unos
minutos, me hace sentir yo mismo y consigo mi control. Un día tuve la otra
soledad que más duele, esa que me anula que me hace sentir despreciado, aquella
que en compañía solo me sentía. No culpo a nadie y tampoco me justifico. El
destino lo buscamos lo luchamos lo deseamos pero….. sin amor… tienes que ser
consecuente del fracaso.
Fénix sin
resurgir, recuérdame cada día que el destino nunca encuentre.
Solo déjame
caminar hoy…… y mañana te lo volveré a pedir.
2 comentarios:
Simplemente majestuoso 🌹
Directo al corazón
Publicar un comentario