Extraño es el tiempo cuando pasan los
meses incluso años y vagos son mis recuerdos. Busco y rebusco en el fondo de mi
mente y veo sólo imágenes cubiertas de un oscuro y frío olvido. Mucho tiempo le
he hablado al silencio, fríos abrazos al aire he dado. Demasiadas lágrimas
derramé que borraron mis recuerdos. Muchos ruegos ocultos en mis plegarias a
ese Cristo crucificado sin nombre le recé. Llegando a un pacto que aún cumplo.
Mi memoria se esconde en el humo de
un cigarro. No dejé buenos recuerdos como tú. Decidí juntarlos con los malos
recuerdos y los tiré al océano del olvido. No me hacen bien.
No hay marcha atrás, no se puede cambiar mi
promesa. Ahora no tiene sentido. He ordenado a mis manos que no escriban en
pasado. Quiero que me cuenten lo que veo y no lo que los recuerdos me decían.
No puedo como tú soñar cuando duermo. En mis noches no existen esos sueños ni
hay pesadillas. Mi mente no inventa paisajes que mezclen la ficción y lo que supuestamente
nuestro subconsciente quiere que sea real. Pesadillas son cuando al despertar
tú inevitablemente recuerdas un tiempo atrás. Tu tiempo que te hace cerrar los
ojos y revivir esas secuencias con los personajes que ese día a tu lado
estaban. Y yo jamás podré estar. Nudos en tu garganta, sonrisas ocultas en tus
ojos te delatarán.
Yo
sin embargo por esos caminos que hoy quieres caminar al recordar. Lo
siento junto a ti no puedo estar. Será vivir tu recuerdo y yo hace tiempo dejé
de mirar hacia atrás. Quizás sea egoísta. Me da igual, tal vez mi egoísmo nunca
a tu corazón dañará.
Silencio.. me encuentro en mi
silencio. Mis labios esta noche descansan, mis ojos parpadean muy lentamente y
mis dedos mientras tanto como los de un pianista sobre un piano acarician más
que golpean el teclado de letras, que con suavidad dibujan en una hoja en
blanco un lugar donde en noches como estas visito. No inventan sino imaginan y
dicen lo que de mis labios de ningún modo te dirán. Y sin poner mis pies en el
suelo me iré a un mundo de nunca jamás.
Lo siento, pero este paseo solo
estaré. No quiero que vengas no debo cogerte de la mano y enseñarte ese
rincón. Ahí guardo mis tristezas junto a mi dolor. Me gusta venir de vez en
cuando para recordarme que un día me arrodillé y perdí la fe en mí.
Me preguntas que pienso cuando mi
silencio te hace mirarme. Me dices que veo, cuando mis ojos fijos miran sin
mirar. Frío sientes cuando me abrazas a éste cuerpo inerte.
Susurros sin aliento para el corazón. Lágrimas
secas en los ojos. Caminos sin destino para los pies. Dedos perdidos en hojas
en blanco. Así me siento cuando cada vez recuerdes tu pasado. Porque nunca me veras.
Silencio….. ahora todo está en calma…
3 comentarios:
Que feliz me siento cuando entro a tu pagina y veo que hay algo nuevo, aunque con esta reflexión te sientas triste, melancólico y quizás desees con todas tus fuerzas volar por el ancho mar a otras tierras...
Que siga en calma dormidos los sentimientos
Ay los sentimientos cuando menos piensas ja! Te
Traicionan seguimos nuestros caminos y ya hace años sin ser paralelos a nada, ni nadie...buenos o malos recuerdos siempre serán...eso un recuerdo es como un sueño vivido y no sentido.
Y que la calma sea la rúbrica del pasado, y tus pasos olviden lo andado…mas…no te demores, hazlo rápido, y que grite de nuevo tu silencio en as de un nuevo comienzo…
Bello e intenso…
Tras una larga ausencia debida a mis cambios de cuentas…paso por aquí, te leo, y te siento…
Bsos y abrazos! ;-)
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