jueves, 18 de agosto de 2011

Aromas


















Y en la mañana oscura y perezosa, ese olor que impregna mi almohada me roba la primera sonrisa de un nuevo día, dejando atrás sueños que ni recuerdo y ni me interesan. Sólo sé que no me dio tiempo a despedirme de ti, dulce mujer que de puntillas atravesaste la línea de lo prohibido. Ladrona sin antifaz, pero de tacones altos. Fuiste sombra en mi sombra, aire sin viento, gemidos sin sentimientos. Serpiente enroscada entre mis sábanas.


Anoche mientras buscaba luz en el techo oscuro. Tu aroma entró por mi puerta en silencio, sin prisas pero sin pausas. Susurros irrumpieron en mi lecho y yo cómplice te seguí sin brújula, sin tiempo ni nada. Tus manos taparon mi boca, y tus labios mojados recorrieron incluso hasta mi alma. No había nervios ni palabras. Sólo fueron impulsos amarrados al deseo que rociados de tu fragancia se abalanzaron sobre mi cuerpo. Dientes hambrientos mordieron mis dedos rompiendo cualquier barrera, retorciéndome de placer te buscaba tras tu rastro de esencia que como veneno me paralizaba.


Ojos tristes y con lágrimas te buscaban para decirte cuanto te amaba, pero ahora pienso que no me servirían de nada. Voces dentro de mí te llamaban y no me escuchabas. No hay ilusiones ya no hay nada. Simplemente fríos regueros de tu olor calmaron mis ansias. Aun así te llevo dentro transparente, clara y te me escapas de entre mis manos que sin fuerza no te atrapan.


Alas negras me rozaban mientras de tus labios sellados sin compasión no me calmaban con palabras dulces, de esas que verdaderamente se clavan como estacas para que cuando caiga pueda sujetarme en este mundo sin fondo. Es bonito el amor cuando no se sabe la mentira. Todo es falso tras esa puerta que siempre está entreabierta. Fragancia la que en tus palabras siempre faltaba. Gestos tiernos robados, quizás obligados. Un día en semana todo cambiaba, de tu boca yo me alimentaba.


Ahora ese olor, invade esta mi cama. Te recuerdo mirando al techo y aun sigo buscando esa luz que mi corazón anhela y que con mis pies las pocas ilusiones que quedan las pisoteo, hincándose esos sentimientos que como clavos me impiden seguir tu camino. Diferencias nunca resueltas, me he dado cuenta de que por más que yo quiera en tu camino no hay sitio para mí. No entiendo ese amor callado, no entiendo de suposiciones. Sólo entiendo de un amor correspondido lleno de gestos.


Ya no estas y contigo se fueron invisibles mis ilusiones, tan sólo las veras cuando mires entre ese deseado humo del cigarrillo que será bálsamo sin fragancia pero que esconde mi esencia. Esa que el miedo absurdo oculta entre el apestoso olor del odio. Mis dedos hurgan mi piel desnuda, intentando borrar tu olor, pero lo tengo tan adentro que ni un tiempo de olvido será capaz de aniquilar ese aroma que me roba esta sonrisa.


Ángel pasajero que detuviste tu vuelo sobre mi alma. Tus alas grandes ocultaron mi camino. Tus brazos acunaron mis miedos. Y en tus oídos grite tirando mis últimas palabras de dolor. Donde estas mi vida, porqué dejaste tu fragancia, esa que lentamente me mata. Borraste la esencia de mi cuerpo con tus dulces besos y cuando te fuiste olvidaste decir adiós y cerrar la puerta.


Ahora tu olor tiene la llave para recordarte, para revivir esas noches, pero también esa llave cierra mis sueños en un lugar oscuro. Esposando mis deseos dentro de mí.


Aun así una bocanada de tu aroma me despertará cada mañana y al anochecer un suspiro mío me llevará a un sueño que no recordaré, sólo oleré



5 comentarios:

Anónimo dijo...

los olores nos traen sensaciones magicas,nos transportan a otros mundos,a otros sueños,nos hacen volar...y que mejor sensacion que cerrar los ojos,sentir,soñar y como...volar...

magnifico relato,tiene tu huella,huele a ti...

Anónimo dijo...

queremos masssssssssss yaaaaaaa porfa aajajjj

mensajes movistar dijo...

queremos masssssssssss

laptops dijo...

No hay duda de que los olores nos traen sensaciones magicas.

canciones nuevas dijo...

Me encantan las aromas , En especial las de frutas.