Llevo
muchos días sola en mis noches. Antes, algunos rayos de luz entraban por mi
ventana y me arropaban en mis sueños. Hoy esa luz me enseña como mi cuerpo inmóvil
cada noche tirada entre sábanas frías dan vida a mi muerte. Artificiales pastillas me obligaban a soñar
rancios pensamientos que durante el día se apoderan de mi persona de mis
palabras. Noches eternas en vela en busca de una explicación que jamás vino a
aclararme mi dolor. Marioneta sin hilos
guardada en un viejo dormitorio silencioso y abandonado. Cama sin compasión no
me ayuda a descansar. Mi voz grita en silencio, palabras mudas tan pesadas de
dolor que apenas de mis labios se asoman para romper este silencio.
Morfeo me abandonó hace tiempo, me
susurró al oído que le he intentado robar sueños. Que jugué con falsas
esperanzas creyendo que durante el día podría vivirlas. Me dijo que por qué le
quité los sueños al amor de mi vida. No supe que decirle no entendía nada. Hoy y
cada noche me doy cuenta de que aquel que junto a mi todas las noches me decía
hoy te buscaré en tus sueños. Ese que me abrazaba tan fuerte cuando acababa el
día. Lo hacía porque le dolía que por las noches volase en busca de los sueños
de otra persona. No me daba cuenta de que cada amanecer su almohada húmeda
estaba..
Aquí tirada, el tiempo pasa más lento. Imágenes
antes borrosas ahora las veo claras. Fotogramas de mi destino machacan mi
cabeza inundando mis ojos con lágrimas sinceras. Aquellas que durante todo este
tiempo pasado se ocultaron dentro muy dentro de mi cuerpo. Sola sin saber cómo
hacerle reír a mi corazón. Busco de entre las sábanas esa mano que se deslizaba
por mi espalda, relajándome e invitándome a entrar en un profundo sueño, pero
esas manos como mis suspiros han desaparecido. Recuerdo a lo lejos su aliento
que me daba calor, su respiración iba al compás de mi corazón. Su voz era lo
último que escuchaba… cuánto lo echo de menos. Teniéndolo todo me doy cuenta de
que no tengo nada. Egoísta quiero ser, caprichosa deseo estar, pero las noches
no entienden de egoísmos ni de falsos sueños. Sólo te da la realidad para que
no duermas y recuerdes una y otra vez con un maldito bucle la historia de tu
vida.
Ya es tarde muy tarde y siento como mi
cuerpo se aprieta contra mi cama, es raro hoy es diferente, no puedo mover mis
manos, mi cuerpo no responde a mis órdenes. Mis lágrimas que aún se deslizan
por mi cara se están evaporando. Mi corazón se acelera, no sé qué me está
pasando. Tengo miedo, no puedo gritar ni decir ni una palabra. Los parpados me
pesan. Todo a mi alrededor calla.
Siento que algo me aprieta por las
espaldas, un calor me traspasa, un débil viento mueve mi pelo y suaves caricias
como plumas de terciopelo me arropan y me dan esa paz que nunca antes ni soñaba.
No sé que pasa, no puedo hablar ni moverme ni nada. Pero algo me tranquiliza sé
que es él que desde sus sueños viene buscándome como cada noche me decía. Sin palabras
me habla, sin manos me abraza.
Eres tú mi vida?...... no me dices nada
mi Ángel de la guarda?.... una voz conocida me susurra al oído…....”Te regalo un
sueño, uno de aquellos que no me robabas… te lo guardaba porque sé que esta
noche tu alma lo necesitaba…”
3 comentarios:
Bellos recuerdos...un ángel que me cubrió con sus alas acallo mi llanto, me trajo la calma y el sosiego que tanto necesitaba mi alma, ese ángel es mi ángel...
Añoranzas que se visten de sueños… Lágrimas que duelen, que ahogan…que claman un volver a sentir(lo) cerca… Viajando por su espalda, abrigando su alma…renaciendo, un nuevo sueño…
Bello y sentido, amigo…
Un placer volver a leerte… ;-)
Bsoss y feliz finde.
Eres grande mi amigo!! Besos!!
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