Envuelto en el tiempo…falsa cuna que no me da sueños… sólo
recuerdos. Me mecen al compás de un viento gélido y seco. Telarañas de
pensamientos enredan y atrapan mi cuerpo, maniatando mi corazón. Telarañas
transparentes juegan conmigo en el azar
del olvido.
Así me siento yo tras esta nube
que me impide verla. Escondido y sin apenas calor que da mi ya débil luz.
Traicionado y engañado me siento, la
tristeza vino por la noche cuando yo no estaba, cuando mi tenue luz se despedía
de ti dejando mi calor que te arropaba en la fría noche. Dejándote soñar para
cuando despertases a la mañana yo te esperaba brillante y reluciente otro día
más. Nunca te fallé, jamás falté a la cita, siempre estuve a tu alrededor
velando por ti, alimentando este amor incondicional. Te di la vida…. Te vi
crecer, jamás dejé que mirases al suelo. Recuerdo cuando no parabas de mirarme
y te alzabas intentando tocarme y no podías, no me importaba porque en realidad
yo era el que todos los días te abrazaba y conseguía sacar todos tus colores.
Muchas más a tu alrededor, pero como tú ninguna y por eso me fijé en ti. Nunca te
hablé, nunca me viste reír y jamás llorar. Como te echo de menos mi pequeño
amor.
Días grises y oscuros no te dejaban
verme, maldigo el mal tiempo que poco a poco te separaba de mí. Esos días
fueron los culpables de que ya no quisieras verme. Lentamente como los segundos
de un reloj todo poco a poco se terminó. Falsas ilusiones sujetaban a mi
castillo de naipes. Ya no me mirabas como antes y sentía que ya no me amabas
como el primer día que me viste. Sí aquel día aun lo recuerdo, nunca te lo dije
pero me sacaste de esa rutina diaria y monótona. Aun siento el primer rayo de
luz que acarició tu cara.
Un día supe que algo pasaba,
perdiste las ilusiones apenas tus ojos me hablaban, frio sentía cuando te
abrazada. Lentamente te alejabas. Todos los días una despedida te daba. Hoy
supe que mi luz y calor ya no deseabas. Me dijeron que por la noche de entre
todas, tú y solo tú alzabas la vista y te erguías tan alta y esbelta que tus palabras mudas a
otro lugar llegaban. Otra luz fría y húmeda por la noche te esperaba. Ahora
entiendo como tus palabras bonitas, tus deseos y tus ganas por el día te las
guardabas. Era en esas noches cuando yo no estaba, eran cuando más te amaba
porque mis ojos te lloraban y mis largos brazos no te abrazaban.
Ya no escucho melodías, ya no oigo
voces, ya no sabrás lo que siento. Te dejé un recuerdo lleno de luz que tú
vaciaste y apagaste de la noche a la mañana. Maldito aquel día que amanecí antes
y te vi, coqueta y deseada. Mirando al cielo jugueteando con el rey de la
noche, dueño de la oscuridad, lucero de tus sueños. Sentí que yo no era tu
amor, pero entendí que el amor cuando más se siente es cuando no se puede dar,
que los abrazos eternos son esos que eternamente se tienen en un recuerdo.
Con palabras mudas me despido de
ti, mi Girasol….
Siempre
te recordará, tu Sol…
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