miércoles, 18 de mayo de 2011

Espacios en Blanco













Hojas en blanco, malditas seáis que ni una palabra os puedo escribir. Borráis mis frases, me sacáis de quicio y no entiendo la razón. Sois impenetrables tanto o más que mi ser. Dejad que os diga algo con letras y así podré dar aliento a mi débil corazón. Que a través de vosotras otros podrán escuchar ese latir. Dejadme que plasme esa rabia contenida, quiero gritar a mi manera, deseo que mis frases os abracen y que mis letras os dibuje mi mundo. No dejéis que el silencio me separe de vosotras. Finas y delgadas hojas manchadas de blanco. Quiero darle luz a mis sueños, os contaré secretos que no puedo guardar. Dejadme una sola noche más para contaros un cuento, quiero acariciaros con mis historias hechas en párrafos, deseo escribir ríos de tinta para que otros ojos beban de ellos.

Montones de folios me esperan para que talle suspiros atrapados en mi cuerpo, vestirlos de personalidad, darle vida eterna. No dejéis que mueran dentro de mí. Son como dagas que se clavan en lo mas profundo, siento ese dolor que explota y me hace enmudecer. Mi corazón tiene el deber de sentir todo lo aquello que mis ojos me enseña, que mi piel me transmite, pero hoy estoy ciego y mi cuerpo es una coraza y vosotras no me dejáis que os diga.

Sólo me quedan los recuerdos, pero ya los he utilizado tanto que desgastados están y apenas puedo ver. Todo está borroso, incluso he lapidado el sonido de esos momentos de tantas veces que he gritado para mis adentros. Escucho murmullos y los veo como cada día se alejan sin despedirse. Ese es mi último tren que se ha llevado incluso mis ganas de escribiros.

Hoy quiero despedirme sin hacer ruido, me habéis traicionado hojas calladas. Sujetáis mi imaginación con vuestra turbia claridad, siento que estáis cansadas de mi. Sentimientos desbocados rompen las riendas de mi corazón, deseosos que invadir esas llanuras blancas yermas de palabras. Mi corazón no entiende no siente y se rompe porque no puede escribiros lo que siente. Crueles espacios en blanco que me hacen maldecir, impotencia de no poder hablar con mis manos. Me esquiváis haciendo que mis letras se hagan transparentes y sin sentido. Me encadenáis a un mundo de silencios. Ya no queréis que os confiese mis pensamientos como lo hacíais antes. No queréis ser mensajeras de mis deseos testigos de mis sentimientos. Y lo peor de todo no queréis ser mi desahogo y deseáis que deje de imaginar. El tiempo me arrastrará al olvido.

Perdonarme si alguna vez apreté fuertemente vuestra débil piel con mis dedos de tinta, tratando de aliviar mi rabia. Siento mucho si os ensucié con frases sin sentido para mas tarde dejaros olvidadas traspapeladas entre viejos recortes de periódicos. Y gracias por ser el espejo de mi corazón. Por ser voces de mi silencio por ser trocitos de mi o por ser simplemente espacios en blanco.

2 comentarios:

suitte cristina dijo...

nunca pesé que pudieras escribirle a unas hojas en blanco,ni por mi imaginación se pasó,me gusta el tono de desesperación que se percibe con cada frase sin llegar a la locura,charlas con ellas y hasta las "regañas"(ahora sonrio) enhorabuena me ha gustado mucho este último relato en especial.

Anónimo dijo...

Las letras son amantes incondicionales, siempre están dispuestas a que las amemos sobre esas páginas en blanco, aun cuando muchas veces las dejamos olvidadas en cualquier cajón…

Me sentí envuelta entre tus páginas, como sábanas que envuelven piel y alma…

Un placer amigo, siempre…

Bsos