viernes, 7 de enero de 2011

Posdata

















Ilustración de Istvan Sandorfi

A ti:


Te Amo….





Atentamente…. Mi corazón.


Pd.: No tiene sentido que sigas leyendo, ¿para qué?. Supongo que es poco lo que te he escrito. Dos palabras simples y pensarás que es fácil de decirlo. ¿Eso crees?.

Creo que no te interesa ver esta posdata. No te daré explicaciones, esas palabras nunca tienen que tenerlas, jamás hay que adornarlas con otras frases a su lado. Lo has leído en un segundo, pero sin saber que tienes una vida para sentirlo. No has sonreído al verlo, sin saber que si me sientes toda tu vida estarías feliz.

Por desgracia tu cabeza ama, sólo hace lo que tus ojos ciegos le enseñan. Lo que tus oídos sordos le dicen. Se te ha olvidado sentir ese dolor placentero en el estómago, ese nervio que recorre todo tu cuerpo y que te haga un nudo en la garganta. Has hecho de tu cuerpo una gran coraza sin darte cuenta de que dentro has dejado a tu corazón. Te has impregnado de la desconfianza, de la inseguridad y de la duda. Ya no sufres, no tienes dolor y ni el sentir esa sensación que no tiene explicación ni tiene porqué tenerla.

Miro mi cenicero y me doy cuenta de cuantos suspiros yacen en cenizas frías, Tan frágiles como la falsa calma que hay entre nuestra distancia. Odio volver a dar cuerda al reloj que un día decidimos detener. Me duele borrar con lágrimas ese mundo diferente que creamos con nuestras fantasías y no hacer de nuestra historia un relato corto.

Otra vez he bajado las persianas en mi habitación y he vuelto a hacer que mis noches sean más largas, he tapado el Sol cerrando mis ojos, le he dado sonido a mi silencio, callando mi voz. He vendido mis últimas esperanzas junto con mis promesas a cambio de que seas feliz.

Eres una persona increíblemente especial, has hecho crecer lo que siento sin razón y sin mi consentimiento. Aun me pregunto porqué te sigo amando. Quizás aún creo en los milagros. Te seguiré queriendo a escondidas, caminaré por mis recuerdos buscándote para robarte esa mirada que me duele y mata.

Recuerdo cuando los problemas, muchas veces me visitaban en los momentos de más debilidad. Y ¿sabes?, escribía una y otra vez en una hoja en blanco…. Te amo junto a tu nombre. Y ver que con el humo de un cigarro se han esfumado esos malos sentimientos. Y hoy he escrito entre el “Te Amo” y la “posdata”, frases de tinta transparente, pero no las ves. Te he dejado ese espacio en blanco para que cierres los ojos y recuerdes. Para que escuches mi voz, pero seguro que no. Sigues ebria de desconfianza y empachada de palabras malditas que vomitas cuando yo estoy delante.

Te entiendo, no te culpo, tú haces lo que ves, escuchas o lo peor de todo yo te he demostrado y te he enseñado de la manera que tú no sentías. He llegado a entender que simplemente actuabas conforme tus experiencias del pasado te decían. Y muchas veces he sentido como nuestro pasado se ha vuelto nuestro presente. Rabia me da, por no tener las palabras, las miradas, las caricias e incluso la fórmula para poner el remedio a este mal. Pensé que para amar no se necesita leer el prospecto.

No sirve de nada que leas esta posdata, me pediste que te dejase en paz, que te olvidase y lo intentaré hacer. No quiero manchar mis recuerdos… tus recuerdos. Sabiendo que te hago mal si estoy a tu lado. Nunca sentí tanta soledad cuando supe que nunca te tuve y más aun ahora me doy cuenta de que jamás me sentiste.

Ahora todo calla, la tranquilidad ha vuelto a ti. Ya tienes tu paz al encontrar tu antiguo camino. Te sientes liberada de este pesado equipaje, mí equipaje.. que nunca te pedí llevarlo. Forma parte de mi lejano pasado, siento mucho si no odio a nadie, si no tengo rencor.

El frío vuelve a visitar mis brazos y mis manos están dejando de sentir, no tengo fuerzas para seguir escribiéndote. Al final se han dado cuenta que todo viene y todo se va.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

siempre me gustaron los "posdatas" dicen tanto en tan corto espacio,pero este sin embargo ha dado para mucho,demasiado largo,solo se necesitan dos palabras.

Anónimo dijo...

Me encanta venir a tu rincón desde hace mucho tiempo, sin dejar rastro de mi visita, hoy he decido dejar una huella de mi paso por esta ventana.

Me encantaron los dos relatos, como siempre eres excepcional cuando escribes se nota que te dejas el alma en tus escritos, sigue así.

Flor de Sacuanjoche ;)