jueves, 17 de marzo de 2011

Tú Sólo Tú


















Ilustración de Misty Cate

Me has mirado a los ojos, cuando yo estaba mirando hacia dentro. Has oído mi voz cuando mi fuerza y mi aliento lo hacia gritando por los pasillos inertes de mi alma. Estaba reparando mi corazón cuando te vi. Ordenaba mis sentimientos cuando ahí fuera mi piel se erizaba cuando tus dedos me rozaban. He tirado al suelo los tarros de cristal donde un día guardé mis palabras negadas. Mis manos poco a poco rompían ese escudo que ocultaba mi mente.

Mientras tanto tú mirabas ese reloj que en tu muñeca siempre te marca tu ritmo, tu vida incluso tu alma. Contabas todos los días que pasaban. Y al final todo esto para nada. Tu impaciencia y desconfianza te han jugado una mala pasada. Te has cegado con tu propio coraje y odio. Y has bordado esta cortina que nos separa con tus palabras llenas de maldad y sobre todo sin saber nada de mi. Has dicho cosas que tú y sólo tú has visto o te has inventado. Nunca jamás he oído de tus labios algún consejo para ayudarme. Me he sentido una imbécil y una tonta porque nunca según tú te entiendo. Me he quedado con las ganas de escucharte pedir perdón o incluso reconocer que te has equivocado. He sido blanco de tu pasado, en vez de quitar esa desconfianza hacia el que te siente, la has alimentado con suposiciones y falsas intuiciones.

Es más fácil odiarte y olvidarte con tan sólo un cerrar y un abrir de ojos que seguir amándote, pero el amor es ciego y el corazón palpita sin razón. Tú haces que esos sentimientos que siempre he rechazado carezcan de sentido o incluso fuerza cuando de mis labios han salido. Piensas siempre en ti, tus cosas son las más importantes, no imaginaba que estabas tan solo. Me has enseñado a no amarte a no recordarte. Has borrado con tus palabras que sólo tenían sentido para ti mis sonrisas. Mis oídos nunca escucharon ni tan siquiera un te quiero, un simple te quiero. Ahora desde aquí me doy cuenta de que fuiste tan sincero que nunca sentiste ese sentimiento. Te cansaste antes de empezar a caminar junto a mi. No se puede programar un destino y llevar tu antiguo equipaje justificándote de que en mi mochila yo era la que llevaba el lastre de mi pasado. No quiero ser blanco de tu vida anterior, te recuerdo que el pasado se queda atrás y yo siempre camino hacia delante.

Nunca jamás me he sentido tan incomprendida como cuando por más que hiciera nunca me creías. La vida tiene sentido cuando sabes reconocer que te equivocas, no existen protocolos de actuaciones y sobre todo suposiciones que según como te levantes así actúas o piensas. Las cosas son tal cual, simples pero se hacen complejas si sigues enredando esos tus pensamientos. Eres precioso y no te sientes así. Eres grande pero te empequeñeces en un segundo. Me he visto obligada a limitarme en decir cualquier cosa, te vestías de pared que me devolvía todo.

Te he dado mi mano de la amistad y la has rechazado, quizás no te has dado cuenta, pero crees que tú y sólo tú tienes razón. Reprochándome momentos vividos para ti, pero sentidos para mi. Pero tranquilo no te culpo de nada, tú eres así conmigo. No me arrepiento de nada, tan sólo me recrimino y me da pena el no saber como hacer las cosas a tu gusto. Perdería mi identidad y eso es lo único que me queda.

Ahora me toca recoger mis sentimientos que tenia para ti y guardarlos en una caja, para cuando pasen los años si algún día quieres te la doy, será como siempre un placer. Quizás ese será el momento en el cual te des cuenta de que te amo. Ahora para ti soy una más, con la diferencia de que te será fácil pasar página, hay poco escrito en ella.

Ya tienes lo que querías, ya no saber más de mí, ya no tienes que pagar tu ira junto con tu sarcasmo hacia mí.

Te amaba a ti sólo a ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los lastres del pasado salpican y enturbian nuestro presente…son como un tupido velo que no nos deja ver mas allá de la mirada del rostro que no del alma, e impide que los demás lo traspasen sin resultar heridos…

Un placer leerte amigo…

Bsos